miércoles, 2 de enero de 2013
Abuelo Miguel
Te extraño tanto aunque se que sigues conmigo. Cada que se
habla de ti siento un nudo en la garganta, me arrepiento de los momentos en que
no estuve contigo cuando si podía.
Extraño mucho aquellos detalles que tenías y que ahora en su
ausencia me doy cuenta que ya nadie los tiene.
Llegar a casa y escuchar que me saludas diciendo “amor de
mis amores”, quedarte quieto mientras mis hermanas juegan a despeinarte y a ti
que no te importaba, llegar a desayunar y que me recibieras con un licuado de
mamey y un pan dulce, reírte de todo, comer de todo aunque los doctores te
dijeran que no podías comer ciertas cosas, tener tus chocolates escondidos que
te regalaban cada Navidad pero de vez en cuando convidarnos alguno solamente
para tus nietas.
Esta fue la primer Navidad y Año Nuevo sin ti y sin embargo te sentí junto a nosotros cada instante. Extrañe tu voz, tú siempre cantando, eras el único en la familia que podía cantar esas canciones tan bellas sin desafinar y siempre acompañando con tu guitarra, arrullamos al niño Dios como tu solías hacerlo y le cantamos como tú solías cantarle, espero que te haya gustado como lo hicimos.
Gracias, por darme tantos momento de felicidad, por
consentirme y hacerme sonreír cada que te veía y por hacerme sonreír cada que
te recuerdo. Gracias por seguir cuidando de mi cada instante. Te amo abuelo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)